Ella me dijo una vez: que entre los 20 a los 40 nos esforzamos por ser personas perfectas, porque estamos preocupados siempre de lo que la gente piensa de nosotros, después cumplimos 40, 50 y comenzamos a sentirnos libres porque ya no nos importa lo que dicen o piensan los demás de ti, hasta que llegas a la conclusión de que nadie de los que conoces ha “Pensado en Ti, ni en Tu Vida”